Observa los alimentos desde otra perspectiva. En lugar de elegir lo que usarías en una receta tradicional, piensa en cómo lucirán los alimentos si están pareados. Por ejemplo, el color crema pálido del maíz blanco va muy bien con el púrpura profundo de la berenjena y los verdes suaves de las grosellas, uvas o lechuga. Un mantel de color ciruela o berenjena, con salvamanteles y servilletas color crema pálido y platos de color verde suave, resultaría muy llamativo.
